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Tu físico es tu carta de presentación: el reflejo del amor propio y del bienestar integral

"La disciplina pesa gramos, el arrepentimiento pesa toneladas".

Jim E. Rohn



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El ser humano es un ente integral en el que confluyen la mente, el cuerpo, el espíritu y las emociones. La manera en que nos presentamos ante el mundo está profundamente vinculada con la forma en que cuidamos de nosotros mismos. En este sentido, el físico no debe entenderse únicamente como un elemento estético, sino como la carta de presentación que refleja el amor propio, la disciplina, el compromiso con la salud integral y con un propósito de vida. Adoptar estilos de vida saludables —alimentación balanceada, ejercicio regular, descanso adecuado y gestión emocional— es un acto preventivo y consciente, que evita la necesidad de llegar a un punto de crisis para tener tomar acción, con altos costos.


El cuerpo como reflejo del amor propio

El amor propio implica reconocer nuestro valor y, en consecuencia, procurar nuestro bienestar en todas sus dimensiones. Según Branden (1995), la autoestima se manifiesta en la capacidad de actuar de manera coherente con la preservación de la salud. De esta manera, un físico cuidado no se reduce a la apariencia externa, sino a la evidencia tangible de hábitos consistentes que priorizan la vida y la plenitud. Cuidarse no es un acto de vanidad, sino de responsabilidad consigo mismo.


Prevención frente a la crisis

Muchas personas esperan a “tocar fondo” para comenzar a cuidarse, ya sea después de una enfermedad o una pérdida significativa de salud. Sin embargo, la prevención es más efectiva y menos costosa que la corrección. La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020) subraya que la mayoría de las enfermedades crónicas no transmisibles pueden prevenirse a través de una alimentación saludable, la actividad física regular y el manejo adecuado del estrés. Esto implica que la decisión de cuidar el cuerpo no debe nacer de la urgencia, sino de la conciencia.


Bienestar integral: más allá del ejercicio

El bienestar integral combina cuatro pilares fundamentales. Primero, la alimentación consciente, que proporciona energía y reduce riesgos de enfermedad (Harvard T.H. Chan School of Public Health, 2023). Segundo, la actividad física regular, que fortalece músculos, huesos y sistema cardiovascular, además de mejorar la salud mental (Warburton & Bredin, 2017). Tercero, el descanso adecuado, indispensable para la reparación celular y la regulación de procesos cognitivos (Walker, 2017). Finalmente, la gestión emocional, que permite enfrentar el estrés y cultivar relaciones sanas, es esencial para la salud mental y física (Gross, 2015).


La carta de presentación ante los demás

En un mundo socialmente interconectado, el físico transmite mensajes sin palabras. Una persona que cuida su cuerpo proyecta disciplina, constancia y respeto por sí misma. Esto influye en cómo es percibida en el ámbito laboral, social y personal. Según Korpela et al. (2018), las personas que adoptan hábitos saludables suelen experimentar mayor autoconfianza y mejor desempeño en sus relaciones sociales. El físico, entonces, no es un fin en sí mismo, sino un medio para reflejar la armonía entre cuerpo, mente, espíritu y emociones.


Conclusión

El físico, lejos de ser un simple atributo estético, es la carta de presentación de nuestro compromiso con el bienestar integral. Cuidar la alimentación, ejercitarse, descansar y gestionar las emociones, son actos de amor propio que evitan esperar la enfermedad o la crisis para actuar. Como afirma la OMS (2020), la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado de completo bienestar físico, mental, emocional y espiritual. Por ello, el cuidado del cuerpo debe entenderse como una inversión diaria que refleja respeto, dignidad y responsabilidad hacia uno mismo.


"No vemos las cosas como son, sino como somos."

Anaïs Nin y Jiddu Krishnamurti

Referencias

  1. Branden, N. (1995). Los seis pilares de la autoestima. Paidós.

  2. Gross, J. J. (2015). Emotion regulation: Current status and future prospects. Psychological Inquiry, 26(1), 1–26. https://doi.org/10.1080/1047840X.2014.940781

  3. Harvard T.H. Chan School of Public Health. (2023). The nutrition source: Healthy eating plate. https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/healthy-eating-plate/

  4. Korpela, K. M., Borodulin, K., Neuvonen, M., Paronen, O., & Tyrväinen, L. (2018). Analyzing the mediators between nature-based outdoor recreation and emotional well-being. Journal of Environmental Psychology, 58, 77–83. https://doi.org/10.1016/j.jenvp.2018.08.014

  5. Organización Mundial de la Salud (OMS). (2020). Enfermedades no transmisibles. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/noncommunicable-diseases

  6. Walker, M. (2017). Why we sleep: Unlocking the power of sleep and dreams. Scribner.

  7. Warburton, D. E., & Bredin, S. S. (2017). Health benefits of physical activity: A systematic review of current systematic reviews. Current Opinion in Cardiology, 32(5), 541–556. https://doi.org/10.1097/HCO.0000000000000437


 
 
 

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