Invierte en el rumbo de tu hijo hoy para que no tengas que enfrentar su frustración mañana
- José Luis Ortiz
- 16 jul
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 23 jul
Dr. José Luis Ortiz, Coach y Mentor de Vida y Carrera
"Si la escalera no se apoya en la pared correcta, cada peldaño que subas te llevará al lugar equivocado."
Stephen R. Covey
Invertir hoy en el coaching y mentoring de vida y carrera para sus hijos no es un lujo ni un gasto innecesario: es una decisión estratégica y profundamente responsable. La adolescencia y la juventud son etapas críticas en las que se toman decisiones que marcarán el rumbo de toda la vida. Sin la guía adecuada, muchos jóvenes terminan eligiendo carreras que no les apasionan, influenciados por la presión social, la falta de autoconocimiento o una orientación vocacional superficial. Esto conduce, más adelante, a un alto costo emocional, económico y de tiempo: años estudiando algo que no disfrutan, cambiando de carrera, abandonando la universidad o trabajando en empleos que no los llenan, sintiéndose frustrados y sin sentido de propósito.

El coaching y mentoring profesional de vida y carrera ayuda a los jóvenes a descubrir quiénes son, qué quieren, qué talentos tienen y cómo pueden proyectar su vocación en un camino realista y satisfactorio. A través de un proceso estructurado y acompañamiento cercano, desarrollan habilidades de autoconocimiento, toma de decisiones, planeación, responsabilidad y visión a largo plazo. Esto les permite diseñar un plan de vida claro, alineado con sus valores y aspiraciones, reduciendo la probabilidad de errores costosos y desmotivación futura.
Los padres tienen dos opciones:
Invertir ahora en un proceso que empodere a sus hijos para que elijan con claridad, madurez y dirección.
Asumir mañana las consecuencias de decisiones mal tomadas: jóvenes desorientados, frustrados, cambiando de rumbo una y otra vez, con baja autoestima y con años perdidos que difícilmente se recuperan.
La elección es clara: invertir en el futuro con conciencia o pagar las consecuencias del descuido. Un hijo con claridad de rumbo, motivado y en armonía con su vocación no solo tendrá más éxito profesional, sino también una vida más plena y satisfactoria. El coaching-mentoring es la herramienta más eficaz para lograrlo.
Muchos padres han sido testigos —y a veces protagonistas indirectos— de historias de jóvenes con gran potencial que, por falta de orientación y acompañamiento oportuno, terminan atrapados en vidas que no eligieron conscientemente.
Casos como estos abundan:
El estudiante brillante que eligió una carrera por presión familiar y, tras varios semestres, perdió el entusiasmo, reprobó materias, se cambió de carrera dos o tres veces, acumulando frustración, baja autoestima y años valiosos desperdiciados.
La joven que estudió una licenciatura porque “tenía salida”, pero hoy trabaja en algo completamente distinto, sin pasión ni motivación, atrapada en un empleo que le paga las cuentas, pero le roba el alma.
El joven que nunca tuvo claridad sobre lo que quería y, al salir de preparatoria, se dejó llevar por la inercia: entró en una carrera que “escogió su mejor amigo” o “la que le tocó” y hoy siente que nada de lo que hace tiene sentido.
Estas historias no son ficción. Son el reflejo de una realidad silenciosa y dolorosa que se repite con demasiada frecuencia: jóvenes sin brújula, padres con culpa, y un futuro con heridas difíciles de sanar.
Invertir en coaching-mentoring de vida y carrera para los hijos es precisamente evitar que ese sea su destino. A través de un proceso guiado y personalizado, los jóvenes exploran sus talentos, sus valores, sus motivaciones profundas y definen un camino que los entusiasme y les dé propósito. No es solo elegir una carrera: es aprender a construir una vida con sentido.
Como padre o madre, puedes esperar a que tu hijo aprenda a golpes, o puedes brindarle hoy una herramienta que lo acompañe a decidir con inteligencia emocional, madurez y claridad. El costo del acompañamiento es mínimo comparado con el de años perdidos, autoestima desgastada, vocaciones reprimidas y sueños rotos.

La historia de tu hijo aún está por escribirse. Asegúrate de que tenga las herramientas para que sea una historia de plenitud y no de arrepentimiento.
A continuación, te presento una comparación basada en estudios y tendencias globales entre jóvenes que han recibido una adecuada orientación vocacional y de vida, frente a quienes no la han tenido. Se abordan cinco dimensiones clave: ingresos, estatus profesional, satisfacción personal, bienestar emocional y felicidad.
🔍 Comparación entre jóvenes con y sin orientación adecuada:
Orientación vs. dimensión | Con orientación adecuada (coaching-mentoring) ✅ | Sin orientación adecuada ❌ |
Ingresos | Suelen elegir carreras y ocupaciones alineadas a sus talentos y vocación, lo que incrementa su desempeño, productividad y oportunidades de crecimiento. 25 a 40% más ingresos a lo largo de su vida laboral (según estudios del World Economic Forum y la Universidad de Harvard). | Cambian de carrera o abandonan estudios con frecuencia, eligen empleos por necesidad más que por propósito. Estancamiento laboral frecuente. Menores ingresos y baja empleabilidad a largo plazo.
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Estatus profesional | Mayor probabilidad de lograr reconocimiento profesional, liderazgo, y estabilidad en el campo elegido. Muchos desarrollan emprendimientos exitosos o roles de influencia. | Altas tasas de rotación laboral, dificultad para destacarse, frustración por no sentir pasión o dirección clara. Trabajos sin proyección o fuera de su campo de estudio. |
Satisfacción personal | Se sienten realizados, con sentido de propósito, motivación diaria y claridad en sus decisiones. Son resilientes y perseverantes. | Se sienten confundidos, atrapados o decepcionados. Viven con la sensación de que “algo falta” o que están desperdiciando su potencial. |
Bienestar emocional | Menores niveles de ansiedad, mayor autoestima, y mejores habilidades de gestión emocional. Disfrutan lo que hacen. | Mayores niveles de ansiedad, estrés crónico, inseguridad personal y baja motivación. Alta vulnerabilidad a depresión o desgaste emocional. |
Felicidad y sentido de vida | Elevada percepción de bienestar general y satisfacción vital. Tienen una visión clara de su futuro y metas bien trazadas. | Viven con incertidumbre y arrepentimiento. Pueden caer en ciclos de comparación, frustración o falta de dirección. |
🎓 Conclusión
La diferencia entre un joven bien orientado y uno que va a la deriva, no es solo académica o profesional: es una brecha de calidad de vida, de bienestar y de realización personal. Los jóvenes que cuentan con coaching y mentoring, no solo toman mejores decisiones, sino que también viven con mayor sentido, claridad y alegría, mientras que quienes no, lo tienen suelen pagar el precio con años de incertidumbre, frustración o sufrimiento.
Invertir en coaching y mentoring de vida y carrera es invertir en el éxito integral de tus hijos: emocional, profesional y humano.







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