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El Método RULER de Yale como herramienta para la gestión emocional

Actualizado: 15 ago


Introducción


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La gestión emocional es una competencia fundamental para el bienestar personal, la salud mental y la eficacia en contextos sociales y laborales. El Método RULER, desarrollado por el Yale Center for Emotional Intelligence bajo la dirección de Marc Brackett, es un enfoque basado en la investigación para integrar la educación socioemocional en escuelas, organizaciones y comunidades. Este método propone cinco habilidades clave —Reconocer, Comprender, Nombrar, Expresar y Regular las emociones— que pueden aprenderse, practicarse y perfeccionarse (Brackett, 2019). En este ensayo se analiza cada uno de estos componentes con ejemplos prácticos de su aplicación en la vida cotidiana.


Desarrollo


1. Reconocer las emociones

El primer paso de RULER consiste en identificar las emociones en uno mismo y en los demás, observando expresiones faciales, lenguaje corporal y tono de voz.

Ejemplo práctico: Un maestro nota que un estudiante está inquieto y con la mirada baja. Antes de iniciar la clase, le pregunta cómo se siente, lo que permite detectar que el alumno está preocupado por un examen.


2. Comprender las causas y consecuencias

Comprender implica analizar por qué surge una emoción y qué impacto tiene en la conducta.

Ejemplo práctico: Una gerente detecta que su equipo está frustrado por plazos poco realistas. En lugar de presionar más, ajusta la planificación para prevenir el agotamiento y la disminución de la moral.


3. Nombrar con precisión las emociones

Ponerles nombre exacto a las emociones —más allá de términos genéricos como “bien” o “mal”— ayuda a gestionarlas mejor (Brackett, 2019).

Ejemplo práctico: En vez de decir “estoy estresado”, un empleado identifica que siente “ansiedad anticipatoria” antes de una presentación, lo que le permite buscar estrategias específicas para afrontarla.


4. Expresar de manera apropiada

Expresar emociones de forma adecuada implica considerar el contexto, la cultura y las normas sociales.

Ejemplo práctico: Una madre que se siente molesta por la conducta de su hijo decide conversar con él en un momento tranquilo, explicando cómo se sintió y qué espera para el futuro, en lugar de reaccionar con gritos.


5. Regular las emociones

La regulación implica emplear estrategias para mantener, aumentar o reducir la intensidad de una emoción según la situación (Gross, 2015).

Ejemplo práctico: Un estudiante universitario practica la respiración diafragmática y se da cinco minutos para caminar antes de un examen, reduciendo así su ansiedad y mejorando su concentración.


Aplicaciones en contextos reales

En la educación: Escuelas que aplican RULER reportan mejoras en el clima escolar, mayor rendimiento académico y disminución de conductas disruptivas (Hagelskamp et al., 2013).

En el trabajo: Organizaciones que implementan programas basados en RULER han observado mayor compromiso, empatía y cooperación entre empleados.

En la vida personal: El uso consciente de estas habilidades facilita la toma de decisiones, fortalece las relaciones y promueve la resiliencia.


Conclusión

El Método RULER de Yale proporciona un marco claro y respaldado por evidencia científica para desarrollar la inteligencia emocional. Al aprender a reconocer, comprender, nombrar, expresar y regular las emociones, las personas pueden mejorar su bienestar, sus relaciones interpersonales y su desempeño en múltiples áreas. En una sociedad caracterizada por la rapidez y la presión constante, dominar estas habilidades no es un lujo, sino una necesidad.


Referencias

  1. Brackett, M. A. (2019). Permission to feel: Unlocking the power of emotions to help our kids, ourselves, and our society thrive. Celadon Books.

  2. Gross, J. J. (2015). Emotion regulation: Current status and future prospects. Psychological Inquiry, 26(1), 1–26. https://doi.org/10.1080/1047840X.2014.940781

  3. Hagelskamp, C., Brackett, M. A., Rivers, S. E., & Salovey, P. (2013). Improving classroom quality with the RULER approach to social and emotional learning: Proximal and distal outcomes. American Journal of Community Psychology, 51(3–4), 530–543. https://doi.org/10.1007/s10464-013-9570-x



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